Los habitantes de Bruselas despidieron al locutor y al amigo que durante incontables jornadas le acompañó con su voz en Tropicalísima más Éxitos, emisora a la que llegó cuando la emisora salió al aire.
Siempre animó programas de música, vendió con voz desde la radio los productos y marcas que le confió el comercio y fue la compañía de muchos por horas en la frecuencia radial que amó, defendió y ayudó a construir con su modesta presencia.
En la despedida que le dio el pueblo de Bruselas, que impregnada la gratitud y el respeto por su labor social desde los micrófonos de Tropicalísima más Éxitos.
Paz en su tumba y desde el cielo continuará iluminando con su espíritu a quienes le quisieron siempre.