El pasado domingo 3 de este mes, el canal Caracol, durante el noticiero de las 7 pm, se refirió ampliamente al caso de las piezas arqueológicas de la Cultura Agustiniana que se encuentran en el museo Etnológico de Berlín sacadas de San Agustín e Isnos en el año de 1914 por el investigador Konrad Theodor Preuss, museo que alberga y exhibe piezas arqueológicas de las diferentes culturas ancestrales de todos los continentes y que visité en el año 2005.
Ya en una anterior columna expresé mi acuerdo de que las piezas fueran devueltas a San Agustín. Esta sería una primera alternativa, sobre la cual es necesario reflexionar, pues no se ve fácil la devolución de las piezas arqueológicas que están en un museo de propiedad particular, como lo informó el actual embajador de Alemania. De otra parte, si se consigue su devolución, no debe ser para las dejen en Bogotá o para que entren a formar parte de las bodegas del parque Arqueológico de San Agustín. Estas opciones no tendrían sentido. Lo ideal sería que se creara un lugar especial - museo - para exhibirlas en el sector histórico urbano de la población, bajo la responsabilidad del municipio. ¿Qué diría entonces el Instituto Colombiano de Antropología e Historia - ICANH?
Una segunda alternativa sería exigir a los responsables del museo Etnológico de Berlín que a las piezas arqueológicas de la Cultura Agustiniana y las demás de Colombia que exhiben allí (cultura Quimbaya, culturas del Pacífico y otras), se les dé un tratamiento similar al que se le da a las otras culturas mundiales, más aún cuando la Cultura Agustiniana es un patrimonio mundial. En el caso americano, la Inca, la Maya, la Olmeca, etc., han motivado a que desde ese museo se haya estructurado en los últimos años un movimiento turístico hacia los sitios de origen de esas culturas, como lo confirmó hace poco el médico Germán Liévano en una reunión de la Tertulia del Botalón, quien visitó ese museo hace unos ocho años.
Ambas alternativas deben ser estudiadas. No se trata de traer las piezas si porque sí. Recordemos, además, que Berlín no es el único lugar en donde hay estatuas de la Cultura Agustiniana. Las hay en Chile, en Seúl (Corea del Sur), en Denver (EE.UU.). Hace poco se decomisó una estatua en Dinamarca y no se sabe que hizo el gobierno con ella.
Lo importante es que en San Agustín se lidere una concientización de la comunidad sobre la importancia de su cultura ancestral frente a la indiferencia que se percibe por ella tanto del gobierno nacional como del Huila a lo cual me referí en mi pasada columna. Si San Agustín e Isnos no valoran e intervienen institucionalmente en la defensa y promoción integral de su patrimonio, la suerte de este legado seguirá como ha venido.