Lunes, 04 Septiembre 2023 00:02

IMPACTO, EL NOTICIERO DEL MRL

Escrito por OLMEDO POLANCO*
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Jaime Ucrós García Jaime Ucrós García

A través de la radio, el dirigente liberal Jaime Ucrós García, calentaba el ambiente político en Neiva contra las ideologías cercanas al Frente Nacional. Las audiencias encontraron en ‘Impacto’ los espacios propicios para la denuncia pública.

La señorita no pasaba desapercibida. Los hombres que administraban el poder en la Gobernación del Huila no disimulaban sus miradas deseosas sobre ella. Amable en el trato, dulce en las maneras del habla, cariñosa y complaciente. Sobre todo, simpática. Chiquitita ella, pero de cuerpo armonioso. Algunas funcionarias le envidiaban las piernas torneadas y su coquetería innata. Orlando Mosquera Botello es memorioso y recuerda a la dama en mención como: “Muy alegre, de cara simpática y piel canela. Vestía falda hasta la pantorrilla”. No me parece oportuno mencionar su nombre, pero, la memoria visual de algunas fuentes orales que he consultado, han advertido que ella tenía ‘imán de mujer’ y ponía ‘a galope’ la sangre de los hombres. Tenía escasos 20 años.

La mujer candorosa descrita en el párrafo anterior, motivó consideraciones y protección en una emisión del radioperiódico ‘Impacto’, que se transmitía desde Neiva a través de la emisora Armonías del Sur. Corría el año 1964.

El historiador Delimiro Moreno Calderón había llegado a apoyar el proyecto periodístico de Jaime Ucrós García, disidente del oficialismo liberal e integrante del Movimiento Revolucionario Liberal. Delimiro me contó que algunos funcionarios -”De esos lambones”- hicieron una despedida de soltero a un secretario del gobierno seccional. El lugar del jolgorio, una edificación ubicada en la esquina donde hoy funciona la empresa Aguas del Huila en Neiva. Avenida Circunvalación, frente al edificio de Bienestar Familiar. “La niña era conserje en la Gobernación, una divinidad de mujer, una muñequita”, rememora Moreno Calderón. Al radioperiódico ‘Impacto’ llegó la denuncia, según la cual, llevaron a la mujer a la fiesta de despedida. Cuando el licor les ganó la partida, “la desvistieron y la llenaron de miel para que el tipo la lamiera”,  ha dicho Delimiro. No hacía poco que había empezado el acto aberrante y a la joven le dio un ‘patatus’. Los funcionarios públicos ‘se vieron a gatas’ para llevar a la criatura hasta un centro médico.

El radioperiódico no hizo hoguera con el ‘árbol caído’. No obstante, enfiló baterías contra la administración departamental soportada en el Partido Conservador. “Fue una cosa muy verraca”, puntualiza el historiador Moreno Calderón. (Entrevista a Delimiro Moreno Calderón. Neiva, 21 de octubre de 2017).

El chisme en Neiva

En la emisora Radio Sur de Pitalito, los días domingo se emitía la radio-revista ‘Mirador de la semana’. Era colaborador habitual Isaías Peña Gutiérrez, estudiante en la Universidad Externado de Colombia. Escribía y divulgaba una columna de opinión quincenal sobre temas de literatura, cultura, economía y conflictos contemporáneos.

El libreto del 31 de marzo de 1968, da cuenta de la sección ‘Una página para el domingo’. El columnista Peña Gutiérrez retomaba los comentarios aparecidos a comienzos del mes en el periódico El Tiempo. La nota periodística publicada por el matutino informaba sobre los presupuestos económicos del Huila para el desarrollo de las políticas culturales. Peña aprovechó la información de El Tiempo para criticar la falta de gestión de los gobernantes y de los empresarios huilenses en el sentido de mejorar las inversiones en cultura. A propósito de Peña Gutiérrez, se refirió a la capital del Huila en los siguientes términos, a través de Radio Sur: “Neiva no ha tomado cara aún de ciudad porque todavía no sale de su mentalidad de café-bar y de vieja chismosa”. Agregó que “En eso ha transcurrido su vida, ya larga por cierto e ineficaz, y con ello ha detenido el desarrollo económico y cultural del resto del Departamento”. La columna de opinión terminaba anunciando que “El factor cultura -deficiente, anémica, yerta- en el Huila servirá para hacer un largo análisis de todo el perjuicio que Neiva, como inconsciente capital de un departamento, le ha causado o proporcionado a la población opita” (Archivo Histórico de Radio Sur. Comentario en ‘Una página para el domingo’. Pitalito, agosto de 1968).

 
‘Impacto’, el noticiero del MRL 7 3 septiembre, 2023
Delimiro, periodista e historiador, ha heredado a la Academia Huilense de Historia casi un millar de textos que integraban su biblioteca personal.

Café ‘El Taurino’

La cabeza disecada de un toro hacía parte del simbolismo interior. El embalsamamiento resaltaba en un retablo de madera, instalado en la columna principal. A un costado del salón había un tablero horizontal. Anunciaba las ofertas de fincas, lotes y automotores. También ofrecía empleo a administradores de fincas arroceras o ganaderas. Las cortinas rojas, instaladas al fondo del salón, semejaban un par de muletas de gran tamaño. Los travesaños en madera que sostenían las telas colgadas, daban la sensación de estaquilladores para templar y encauzar la furia del toro. “Tenía un toque de ambiente español”, me ha contado Orlando Mosquera Botello. A ‘El Taurino’ lo administraba Juan, ‘El Mono’ y funcionaba en la calle octava haciendo esquina con la carrera sexta, frente al Teatro Cincuentenario. “Por ese lugar pasaba la pelambre de la política en Neiva”, según Mosquera. ‘El Mono’ tenía los tímpanos rígidos, mejor dicho, oído de tísico. De ‘El Taurino’ salieron los apodos “Perra brava” y “El cotudo”, para nombrar al comerciante José Manuel García y al alcalde Guillermo Falla Falla, respectivamente.

Según Delimiro Moreno Calderón, el café ‘El Taurino’ era el lugar de encuentro de los políticos liberales y conservadores. Allí llegaban el alcalde, el gobernador y los secretarios del despacho”. A pesar de las diferencias ideológicas, jamás hubo confrontaciones personales. En cambio, -ha recordado Delimiro- “Había una confrontación muy fuerte, muy agresiva, a través del radioperiódico Impacto”. El radioperiódico enfrentaba a militantes del MRL contra los liberales oficialistas afectos al modelo del Frente Nacional. “Eramos: Jaime Ucrós García, Diego Omar Muñoz Piedrahita, Raúl Trujillo y Fabio Arce Luna. Tiempos de confrontaciones verbales, entre ospinistas, laureanistas y alzatistas. Esas maneras agresivas en el lenguaje se daban al interior de los partidos, sin que hubiera violencia física”,

Radioperiódico ‘Impacto’

La apuesta ideológica del MRL a través de la radio, no tenía estructura de noticiero. “No hacíamos noticias. Era un espacio de divulgación política que no se interesaba en los ejercicios de la reportería”, según Delimiro Moreno. No perdían tiempo buscando ‘chivas’, ni noticias de última hora. “Tomábamos los hechos políticos para editorializar a varias voces. Era como un editorial que duraba una hora”. Aquella polifonía integrada por disidentes liberales se originaba en la radio comercial de Neiva en dos emisiones diarias, al mediodía y temprano en la noche.

Rómulo González y el cierre de ‘Impacto’

Una huelga de choferes en Neiva terminó en conflicto con el gobierno departamental del Huila. En el Parque Santander estaba sintonizado un transistor que amplificaba la emisión nocturna del radioperiódico ‘Impacto’. “Emitíamos los boletines que producía el sindicato”, menciona Delimiro. La protesta urbana desembocó en actos violentos. “Los choferes atacaron a piedra la Gobernación y un guijarro le dio en la ceja al gobernador Rómulo González Trujillo. Le abrió ‘la mula’. Entonces el pobre tipo, ensangrentado y todo jodido, dio la orden de cerrarnos el radioperiódico”, ha hecho memoria Moreno Calderón.

Esa misma noche, hombres de la Policía y del Ejército allanaron las oficinas de ‘Impacto’ en el Teatro Bolívar. Los disidentes liberales que conformaban el equipo periodístico junto a Ucrós García, apenas comprendieron la situación entre la resaca del día siguiente. Amanecieron bebiendo trago en casa del dirigente Hernando Emilio Cuéllar Lara. Un soldado del Batallón Tenerife, firme y mal dormido, se interpuso en el camino.

*Profesor Universidad Surcolombiana

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