Domingo, 16 Julio 2023 00:19

TORPES EN TIERRA, ÀGILES EN EL AIRE

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Héctor Polanía Sánchez inició en el periodismo nacional como editor político de Diario de Colombia. Creció al amparo del dirigente conservador Gilberto Alzate Avendaño.

OLMEDO POLANCO, profesor investigador Universidad Surcolombiana

 El piloto confió en la robustez del tren de aterrizaje para llegar a la superficie sin contratiempos. Los flaps de la aeronave facilitaron la operación a baja velocidad. El potrero en San Martín (Meta) era de corta extensión. El fuselaje se estremeció hasta que el avión Douglas, de fabricación estadounidense, detuvo la marcha. La polvareda quedó en el pasado.

Dentro de la aeronave Douglas los periodistas guardaban silencio. “Mano Pola” había confiado a ojos cerrados en el entrenamiento de la tripulación. Héctor Polanía Sánchez (Pitalito – Huila, 30 de diciembre de 1925), trabajaba como editor político para Diario de Colombia. A su lado los periodistas: Constantino Casasbuenas enviado por El Tiempo y Cáceres Sanmiguel, de El Siglo. Los reporteros cubrían la desmovilización y entrega de armas de las guerrillas liberales en los Llanos Orientales. Avanzaba la mañana del domingo 13 de septiembre de 1953.

El presidente Gustavo Rojas Pinilla había encargado la operación militar al Brigadier General, Alfredo Duarte Blum, (comandante general de las Fuerzas Armadas). Le acompañaban el coronel Alfonso Saiz, (jefe civil y militar de los Llanos), el teniente coronel Olivo Torres, (comandante del Batallón de infantería “Vargas”), el coronel Gilberto Montoya, (cuartel maestre), el mayor Germán Padilla, (oficial de informaciones), el mayor Daniel Santacruz, (jefe de servicios), y  otros oficiales. De la misión oficial también hacía parte el ministro de higiene, Bernardo Henao Mejía.

Las primeras desmovilizaciones guerrilleras

Según el periódico conservador Diario de Colombia, en la segunda semana de septiembre de 1953 quedaría “…completamente pacificado el Llano”. (Biblioteca Nacional de Colombia. Hemeroteca Manuel del Socorro Rodríguez. Diario de Colombia. Bogotá, septiembre 14 de 1953. Pág. 3).

El miércoles 9 de septiembre se habían entregado, “junto a seiscientos hombres”, los hermanos Fonseca y Carlos Ríos. De acuerdo con el matutino fundado en 1952 por ‘El Mariscal’ Gilberto Alzate Avendaño, el 12 de septiembre se había “rendido” el guerrillero liberal Guadalupe Salcedo Unda. El día 13 se entregó en la Hacienda Cantaclaro, Dumar Aljure Moncaleano, con 130 hombres y su armamento. Del inventario de guerra: un fusil ametralladora y 6 fusiles Mauser calibre 30. Además de 51 fusiles Mauser de siete milímetros, tres fusiles Gras, 4 escopetas, 12 revólveres y una pistola.

Torpes en tierra, ágiles en el aire 7 15 julio, 2023
Los periódicos liberales y conservadores se ocuparon de cubrir la desmovilización en 1953.

Periodistas en el lugar

En la edición del lunes 14 de septiembre, Polanía Sánchez escribió en Diario de Colombia que el brigadier general Duarte Blum y el ministro de salud pública Henao Mejía, habían pronunciado “brillantes oraciones” de elogio al patriotismo que revestía el acto histórico.

El impreso asegura en su edición No. 374 que “Mano Pola”, su enviado especial a los Llanos Orientales, entrevistó a Guadalupe Salcedo Unda en el interior del avión Douglas DC 3. No obstante, el acontecimiento no está soportado en material fotográfico. “De pronto, salidos de no sabemos dónde, de la profundidad del llano, aparecieron tres hombres vestidos de civil, en compañía de un oficial del ejército”, redactó Polanía. Uno de los hombres ‘aparecidos de la nada’ sería Salcedo Unda.

La aeronave, fabricada por Douglas Aircraft Corporation, era una versión militar mejorada de los aviones construidos en Estados Unidos y que operaron en la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra de Corea. El general Dwight D. Eisenhower había considerado los aviones Douglas, las lanchas de desembarco y los camperos Jeep, elementos esenciales para ganar las guerras al servicio de los aliados. Algunos de estos aviones llegaron a Colombia como excedentes de los conflictos bélicos.

Guadalupe y Polanía en el “Gooney bird”

El DC3 tenía una longitud superior a los 19 metros y una envergadura de 29 metros. Era una aeronave robusta, dotada con un amplio portón trasero y podía transportar hasta 28 paracaidistas en misión de combate. Entre otras características técnicas del aparato “todo terreno”, estaba la autonomía de despegue con un peso máximo de tres toneladas. En Estados Unidos se les conocía como “Gooney bird”, en referencia a la isla Midway (Archipiélago en las Islas Ultramarinas Menores de los Estados Unidos) y a las aves de ese territorio, caracterizadas por su torpeza en tierra y la agilidad en pleno vuelo.

“Mano Pola” describió a Guadalupe Salcedo como un hombre de mediana estatura, tez morena, curtida por el sol inclemente del llano. Con bigotillo negro y taimado en el mirar. “Sus ojos se mueven sin cesar en sus órbitas. Viste un traje caqui de dril nuevo y limpio, obsequio, probablemente, de las fuerzas armadas. Es cauteloso en el hablar y escaso de palabras” (Op. cit. Página 3). Aunque, según Polanía, al comienzo no fue fácil conversar con Salcedo, le contó que: “Hace cuatro años, desde el 25 de noviembre de 1949 estoy en las guerrillas. Antes era caporal de ganado. Ese día, cuando se presentaron los hechos entre la policía y el ejército, ingresé a las guerrillas, comandadas por Eliseo Velásquez”.

Diario de Colombia asegura que pocos días antes de instalarse en el poder el presidente Rojas Pinilla, el congreso de la revolución eligió a Guadalupe Salcedo comandante supremo de las guerrillas en los Llanos Orientales. “El mismo ‘congreso’ reorganizó las guerrillas, escogió un ‘estado mayor’ y dividió todo el territorio en 14 zonas, cada una con un ‘comandante’, su tropa y su dotación de armamentos, que comprendía desde morteros y fusiles ametralladoras hasta fusiles de todos los tipos y épocas, revólveres y machetes”.

Preguntas descontextualizadas

Polanía interrogó a Salcedo. El guerrillero liberal -según el periodista huilense- comandó 18 combates. Como si diera cuenta de los resultados de una confrontación deportiva, el diario capitalino divulgó que Salcedo había participado en nueve confrontaciones armadas. En otros enfrentamientos bélicos intervinieron los guerrilleros bajo sus órdenes. “Gané nueve. Seis empatados y tres perdidos”, publicó Diario de Colombia en la edición del lunes 14 de septiembre de 1953.

El combate más difícil se libró en El Turpial. La entrevista divulgada asegura que en el territorio murieron noventa y seis hombres del ejército y tres de la guerrilla liberal del Llano. “Iba una comisión del ejército en cinco carros con 113 soldados; nosotros veníamos para San Martín de donde nos habían pedido refuerzos. Yo traía ochenta hombres armados y varios más sin armas. De pronto divisamos la comisión y le preparamos una emboscada; detrás de un barranco nos atrincheramos. Al frente pusimos un fusil ametralladora. La primera ráfaga del fusil ametralladora trituró el carro que iba adelante. Los dos carros siguientes los tumbó la fusilería”, reportó el enviado especial del periódico conservador.

El último combate de Guadalupe

En Palenque libró Salcedo su última confrontación armada. Le dijo a Polanía Sánchez que les ganó el Ejército. “Comenzó a las cinco de la mañana. Participaron 70 hombres de los guerrilleros contra veinte soldados. Ellos estaban protegidos por trincheras”. El plan estaba muy bien hecho pero falló una patrulla. Cuando nosotros atacamos. Mandamos una patrulla a que atajara un refuerzo que venía, pero como el combate duraba mucho y el refuerzo no aparecía, la patrulla nuestra -recordó Salcedo- se vino a apoyarnos. Entonces llegó el refuerzo, nos atacó. “Tuvimos que retirarnos. Dejamos 9 compañeros muertos contra cuatro del ejército”, rememoró.

Torpes en tierra, ágiles en el aire 8 15 julio, 2023
Guerrillas liberales en los Llanos Orientales de Colombia. https://www.fundelt.com/

Las conversaciones

Salcedo contó a Polanía que días después de la toma del poder por el general Rojas Pinilla, desde los aviones de la Fuerza Aérea caían periódicos con noticias sobre el nuevo gobierno y la invitación a la desmovilización. Algunos dirigentes de la guerrilla liberal en el Llano se habían reunido con el mayor Olivo Torres y el capitán Sarmiento. “Luego vinieron hasta mi campamento, cerca al Cusiana, el mayor Hernán Padilla y los tenientes Isauro Cuéllar y Luis Carlos Muñoz”, dijo Salcedo. Confió en el gobierno militar. Se entregó el 12 de septiembre en ‘Las Delicias’, junto a 300 hombres alzados en armas.

En el horizonte empezaba a ocultarse el sol. La tarde dominical del 13 de septiembre de 1953 daba inicio a la noche. Así como apareció, Guadalupe Salcedo se internó en el extenso Llano. La tripulación del Douglas DC3 empezaba a carretear la robustez de la ingeniería norteamericana sobre la polvorienta pista improvisada. ‘Mano Pola’ y sus colegas se perdieron en el horizonte, de espaldas al sol. Debían regresar hasta la base aérea de Apiay, cerca a Villavicencio.

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