La paz es un mandato constitucional. Varios gobiernos han definido y aplicado políticas de negociación y sometimiento de los actores armados. Rojas Pinilla y Lleras Camargo se comprometieron a rehabilitar los territorios ensangrentados por el bipartidismo.
OLMEDO POLANCO, profesor Universidad Surcolombiana
El historiador Ananías Osorio Valenzuela es un cazador de gazapos. Gracias a sus competencias lectoras, descubrió que he cometido un error en el artículo “Entre lo sagrado y lo profano”, (La Nación, sábado 1 de julio. Páginas 10 y 11). Fue el presidente Alberto Lleras Camargo quien promulgó el Decreto 1718 del 3 de septiembre de 1958 y no Guillermo León Valencia. Peor aún, también está el gazapo en el artículo “Las palabras no se las lleva el viento” (La Nación, sábado 26 de noviembre de 2022. pág. 6). He depurado mi base de datos y corregido semejante error que está en mi tesis de maestría en Historia, presentada a la Universidad Nacional de Colombia en el año 2009. Ofrezco excusas a las y los lectores. Me comprometo a tener más cuidado.
El liberal Alberto Lleras Camargo, (Sopó, 3 de julio de 1906 – Bogotá 4 de enero de 1990), fue el primer mandatario del Frente Nacional entre 1958 y 1962. Había gobernado el país entre 1945 y 1946, por designación del Congreso de la República, ante la renuncia de Alfonso López Pumarejo. En su mandato creó la Comisión Especial de Rehabilitación a través del Decreto 1718 del 3 de septiembre de 1958. El acto administrativo consideró la urgencia de iniciar la rehabilitación de las regiones afectadas por la violencia. Entre ellas: Caldas, Cauca, Valle del Cauca, Tolima y Huila. La delegación estaría integrada por los ministros de Gobierno (Guillermo Amaya Ramírez), Justicia, Hacienda, Guerra, Salud Pública, Educación y Obras Públicas. José Gómez Pinzón actuaría como consejero de Lleras Camargo y coordinador de la comisión. (Diario Oficial. Año XCV. No. 29768. Bogotá, 18 de septiembre de 1958. Pág. 1). La Comisión de Rehabilitación originó la Comisión Nacional de Investigación de las Causas de la Violencia o Comisión de Paz.
El gobierno norteamericano remitió a Lleras Camargo un informe en 1959. (Universidad Externado de Colombia Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales. Acuerdos de paz y programas de desarrollo regional en Colombia: lecciones para el futuro. Carol Vanessa Barajas Ramírez. Bogotá, D.C. Agosto de 2017. pág. 36). El documento sugería la implementación de reformas sociales, políticas y económicas para enfrentar el avance de las que llamaba “bandas armadas”. La intervención de Washington en asuntos del gobierno colombiano llamaba la atención sobre el riesgo de conformación de grupos subversivos en territorios azotados por la violencia. A propósito, la misión especial de rehabilitación tuvo corta duración, pues se desintegró en diciembre de 1960.

Primer informe del gobierno
No se había cumplido el primer mes de la expedición del Decreto 1718 de 1958. El presidente Alberto Lleras Camargo se dirigió al país a través de la radio el 29 de septiembre de 1958. El primer mandatario recordó que la rehabilitación contemplaba: construcción de escuelas y carreteras en zonas rurales, asistencia inmediata a los desplazados, crédito, distribución de tierras baldías, mejoramiento y terminación de cárceles, constitución de institutos para la reeducación de menores y construcción de viviendas (Ministerio del trabajo. El pensamiento social de Alberto Lleras. Biblioteca. 1960. La situación nacional. Página 28). El historiador Reynel Salas Vargas recuerda que gracias a la campaña de rehabilitación, se construyeron en la región: la Concentración de desarrollo rural en El Tejar (Timaná) y El Guadual (Rivera). Además, una escuela en Baraya y la de Anchique (Natagaima). De acuerdo con mis indagaciones, los compromisos firmados entre las organizaciones comunitarias en las regiones y el gobierno nacional, se cumplieron varios años después. La Comisión derivó en un espacio político para la participación de los actores armados al margen de la ley.
Lleras se atrevió a más. Aseguró que la “…guerra fluida e implacable de los partidos ha determinado y las causas políticas de perturbación pueden juzgarse, en este momento, eliminadas”. Argumentó que en las regiones bajo estado de sitio se habían firmado, a instancias de la política nacional de rehabilitación, pactos de colaboración bipartidista. “… se llega a entendimientos aun entre los más desconfiados y contumaces adversarios”. Según el mandatario, los antiguos guerrilleros de uno y otro bando buscaron la manera de someterse a la autoridad y anunciaron su voluntad de desarmarse.
Las ideologías conservadoras enfrentaron en el Congreso de la República la propuesta gubernamental de rehabilitación. Denunciaron la conformación de repúblicas independientes en territorios anteriormente sometidos por la violencia bipartidista. Posteriormente vendría la represión oficial, especialmente en las zonas rurales. Era el gobierno de Guillermo León Valencia (1962-1966). Durante su mandato impuso la política de seguridad nacional. En ese contexto surgieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), el Ejército Popular de Liberación (Epl) y el Ejército de Liberación Nacional (Eln).
País pobre, ¡pobre país!
“No se podría, ni con la aplicación total de las rentas públicas en varios años, restaurar la riqueza que se perdió y sigue perdiéndose por la violencia”, advirtió en su alocución radiofónica el presidente Lleras Camargo. Es más, pidió al pueblo colombiano confianza para el modelo político del Frente Nacional. Lleras reclamaba evitar las condiciones que habían originado la violencia bipartidista. El mandatario propuso “… un tipo especial de amnistía para la delincuencia política, pero no otorgada alocadamente y sin discriminación, sino precedida por una suspensión de los procedimientos judiciales en marcha, por un tiempo en el cual quien aspire al beneficio pueda estar bajo la vigilancia de las autoridades políticas y judiciales y demostrar su voluntad de paz”.
En la tarde del 31 de diciembre de 1958, se escuchó en Huila, a través de la radiodifusión, una nueva alocución del presidente Alberto Lleras Camargo. Consideró que la inteligencia, la disciplina y la capacidad de superación del pueblo colombiano constituyeron los pilares para enfrentar y vencer momentos difíciles. No obstante, el primer Presidente del Frente Nacional reclamaba un moderado optimismo sobre el porvenir del país.
“El país sigue convaleciendo lentamente de los grandes males anteriores y subsisten algunas secuelas que amenazan seriamente su recuperación”, expuso el gobernante. (Ministerio del trabajo. El pensamiento social de Alberto Lleras. Biblioteca. 1960. Página 42).

Buscando las causas
En el gobierno de Lleras Camargo también se creó, a través del Decreto 924 de 1958, la Comisión Nacional Investigadora de las causas y situaciones presentes de la violencia en el territorio nacional. Se ocupó de indagar y comprender las causas de la violencia en Colombia. La Comisión viajó entre los territorios e hizo centenares de entrevistas con las víctimas de la violencia. Ejerció la mediación entre los grupos enfrentados para lograr la paz.
De los principales pactos, declaraciones y manifiestos firmados en los territorios sometidos a la violencia bipartidista, destacan en Huila: el Pacto de Colombia, suscrito el 14 de septiembre de 1958 y la Declaración de los guerrilleros de San Andrés, firmada el 30 de septiembre del mismo año.
El gobierno de Lleras Camargo inició un proceso de transición política luego de la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla y la Junta de Gobierno Militar. El Frente Nacional era una especie de régimen de democracia limitada por la alternancia en el poder de las élites conservadora y liberal.
El gobierno del General Gustavo Rojas Pinilla, había impuesto la pacificación de los Llanos Orientales. En 1953, el dirigente conservador de Manizales, Gilberto Alzate Avendaño dirigía el Diario de Colombia en Bogotá. El huilense Héctor Polanía Sánchez era su editor político y cubrió desde septiembre, en formato de crónicas, el proceso de pacificación de la dictadura de Rojas.
Una comisión se ocupó de analizar el bandolerismo en los territorios cercanos a Neiva. Integraban el equipo oficial, el ministro de Guerra, Brigadier general Gustavo Berrío Muñoz, el gobernador del Huila, coronel Ezequiel Palacios, Álvaro Jimmy de La Vega, de la Oficina de información de Palacio, y el secretario de la oficina nacional de rehabilitación. “Mano Pola” cubrió el hecho periodístico para Diario de Colombia.