Versículos de la Biblia
Colosenses 1:18 Y Él es la Cabeza del Cuerpo que es la iglesia; Él es el principio, el Primogénito de entre los muertos, para que en todo Él tenga la preeminencia.
Palabras del ministerio
Dios en Su economía nos provee de una sola persona y un solo camino. Esta persona es el Cristo preeminente y todo-inclusivo, y este camino es la cruz. Puesto que Cristo es todo-inclusivo, Él es nuestro todo. Él es Dios, hombre y la realidad de todas las cosas positivas del universo. Dios nos ha provisto de esta maravillosa persona para que sea nuestra salvación. Tal persona, Cristo, es el centro del universo; y el camino, esto es, la cruz, es el centro del gobierno de Dios. Dios gobierna todo mediante la cruz y juzga todas las cosas por medio de la cruz. Por consiguiente, así como Cristo es el enfoque central del universo, la cruz es el centro del gobierno de Dios.
En esta epístola, Pablo les señaló a los colosenses que nada debería convertirse en un sustituto de Cristo. Ni las ordenanzas, las observancias, el misticismo ni la filosofía deben reemplazar a Cristo. Ya que Cristo lo es todo, no debe ser reemplazado con nada. En el mensaje anterior vimos que Cristo es contrario al misticismo. En el libro de Colosenses, el misticismo incluye el gnosticismo y el ascetismo. Cristo es contrario a todo “ismo”. Él es contrario a cualquier otra cosa que pueda reemplazarlo o sustituirlo.
A partir de la mitad del capítulo dos, Pablo empieza a mostrarnos que la cruz es el único camino trazado por Dios. El camino que Dios ha dispuesto no es el ascetismo. No se trata de humillarnos o rebajarnos a nosotros mismos, ni en tratarnos severamente. El único camino que existe es el camino de la cruz. Mediante la cruz Dios puso fin a todo lo negativo en el universo. Aun más, es por medio de la cruz que Dios rige todas las cosas. En conclusión, tenemos una sola persona y un solo camino que seguir, a saber, Cristo y la cruz.