Versículos de la Biblia
Colosenses 2:12-13 Sepultados juntamente con Él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados juntamente con Él, mediante la fe de la operación de Dios, quien le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en vuestros delitos y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él, habiéndonos perdonado todos nuestros delitos.
Palabras del ministerio
Hoy en día, muchos cristianos descuidan la verdadera operación del bautismo y prestan mayor atención al agua que debe usarse o a la manera en que se debe sumergir a las personas. El bautismo genuino implica una operación en la cual somos sepultados y aniquilados, y dicha operación requiere el ejercicio de la fe. Quien lleva a cabo la operación es el Espíritu.
Por consiguiente, cuando bautizamos a alguien, debemos ejercitar la fe para ver que en ese momento está ocurriendo una operación que pone fin al viejo ser del que está siendo bautizado. Debemos tener fe en la operación de Dios, el Dios Triuno, quien levantó a Cristo de los muertos.
Cuando bautizamos a un nuevo creyente, debemos darnos cuenta de que él es introducido en una operación divina que le pondrá fin y lo sepultará. Debemos tener fe en la operación del Dios Triuno. Por esta fe, obtenemos la realidad de la terminación y de la sepultura del viejo hombre, el yo, la carne y la vida natural. El Dios Triuno que opera honrará esta fe al hacer que estas verdades sean reales para nosotros. La sepultura y la terminación del viejo hombre, efectuadas mediante el bautismo, constituyen la verdadera circuncisión.