Versículos de la Biblia
Mateo 5:48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.
Juan 1:12-13 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Palabras del ministerio
[Parte 2 de 2]
Consideremos el caso de un hermano que tiene cuatro hijos. Cuanto más crecen los pequeñitos, más viven como su padre. Estos niños no son cuatro monos que tratan de imitar a un ser humano. No, ellos son hijos de su padre y crecen en la imagen de su padre. Cuanto más crecen, más viven la vida de su padre. Del mismo modo, nosotros no somos monos; somos hijos de Dios. Aunque algunos de nosotros sean pueriles y aun infantiles, seguimos creciendo. Es posible que los pequeñitos sean traviesos, pero están creciendo. Al esperar algunos años, veremos que todos estos pequeñitos traviesos serán perfectos como su Padre celestial es perfecto. Estoy muy contento de que todos los santos que están en las iglesias no sean monos, sino niños amados. Debemos dejar que estos niños sean traviesos por un rato; con el tiempo crecerán. Nosotros no tratamos de imitar a Dios; al contrario, somos hijos del Padre y estamos creciendo en Su vida. Esta es la razón por la cual el Señor Jesús dijo que debemos ser perfectos como nuestro Padre celestial es perfecto.
Ahora podemos entender por qué en el capítulo cinco de Mateo el Señor nos llama hijos de Dios. No daba un mensaje a los incrédulos, a los que solamente son las criaturas de Dios, sino a los hijos de Dios. Ahora Dios no es solamente nuestro Creador; también es nuestro Padre celestial. Debido a que Él es nuestro Padre, tenemos Su vida y Su naturaleza. Con el tiempo, al crecer en la vida, nosotros seremos como Él. Sólo al esperar otro período de tiempo, veremos que muchos de nosotros habremos llegado a ser perfectos como el Padre es perfecto.
Mateo 5:48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.
Juan 1:12-13 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.