Versículos de la Biblia
Lucas 18:1-8 También les dijo Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viviendo de continuo, me agote. Y dijo el Señor: Oíd lo que dice el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a Sus escogidos, que claman a él día y noche aunque los haga esperar? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
Palabras del ministerio
(Parte 1 de 2)
La viuda mencionada en el versículo 3 representa a los creyentes. En cierto sentido, los que creen en Cristo en esta era son una viuda, porque Cristo el Esposo de ellos (2 Co. 11:2) está ausente. En esta parábola el Señor indica que los creyentes tienen un opositor, que es Satanás, el diablo, de quien Dios debe vengarnos. Debemos orar con persistencia por esta venganza, y no desanimarnos. En realidad, el Señor no está ausente. Sin embargo, durante Su aparente ausencia, somos una viuda a quien su adversario molesta todo el tiempo.
Mientras nuestro adversario nos persigue, parece ser que nuestro Dios no es justo, porque permite que Sus hijos sean perseguidos injustamente. Por ejemplo, Juan el Bautista fue decapitado; Pedro fue martirizado; Pablo fue encarcelado, y Juan fue exiliado. A través de los siglos, miles y miles de fieles seguidores del Salvador- Hombre sufrieron persecución injusta. Incluso hoy somos maltratados injustamente. Da la impresión de que nuestro Dios es injusto, ya que no interviene para juzgar ni para vindicarnos.
Debido a esta situación, en 18:1-8 el Salvador-Hombre usa el juez injusto para representar a Dios, pues parece que Él no hace nada por Su pueblo perseguido. ¿Qué haremos cuando somos perseguidos y al parecer nuestro Dios no está vivo ni presente ni es justo? En esta parábola aprendemos a ser una viuda molesta que ora a Dios persistentemente. Aparentemente, el Señor no está presente ni le importa, parece que no es justo. No obstante, he aprendido que tenemos que molestar a Dios orando y que tenemos que orar persistentemente sin desanimarnos.