Versículos de la Biblia
Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a Sí mismo por mí.
Romanos 8:4 Para que el justo requisito de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al espíritu.
Palabras del ministerio
Como uno que conoce la Biblia y las enseñanzas de Confucio, me he dado cuenta de que muchos cristianos viven como si fueran discípulos de Confucio. Afectados por los conceptos religiosos, ellos piensan que la Biblia es un libro de doctrinas y enseñanzas éticas. Por ejemplo, cuando una hermana trata desesperadamente de someterse al marido, se comporta como si fuera una seguidora de Confucio, creyendo que se está comportando como una buena cristiana. Todos sabemos que en Efesios 5:22 Pablo exhorta a las casadas a que estén sujetas a sus propios maridos. Sin embargo, no debemos olvidar que esa exhortación fue dada después de que Pablo habló de ser llenos en el espíritu (v. 18). Esto indica que la esposa debe someterse como fruto de ser llena del Espíritu, no como resultado de un esfuerzo deliberado.
Si la sumisión de una hermana es genuina, no requerirá ningún esfuerzo deliberado; al contrario, ella se someterá espontáneamente como resultado de haber experimentado a Cristo y de disfrutarlo. Posiblemente ni siquiera se dé cuenta de que es sumisa, pues se someterá sin proponérselo. Esta sumisión proviene del elemento de Cristo que se ha impartido en ella. ¡Cuán diferente es esto a someterse por saber que debe estar sujeta a la autoridad de su marido!