Versículos de la Biblia
Romanos 11:17 Pero si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado entre ellas, y viniste a ser copartícipe de la raíz de la grosura del olivo.
Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a Sí mismo por mí.
Palabras del ministerio
Hemos indicado que la vida superior absorbe los defectos y las deficiencias de la vida inferior. Esto significa que la vida divina absorberá los defectos y las deficiencias de nuestra vida humana. Esto es posible ya que en la vida de Cristo se halla el poder aniquilador de Su crucifixión. Así como los antibióticos matan los microbios que causan la enfermedad, el elemento aniquilador que está en la vida de Cristo pone fin a las cosas negativas de nuestro ser.
Es posible que prefiramos simplemente ceder nuestra vida humana y permitir que sea reemplazada por la vida de Cristo; o tal vez sintamos que nuestra vida está llena de “microbios” y, por eso, deseamos que sea reemplazada por la vida divina. Ésta puede ser nuestra manera de actuar, pero Dios no procede así en Su economía. Él ha dispuesto que la vida de Cristo absorba todos los defectos, deficiencias y “gérmenes” que haya en nosotros. Cuanto más le digamos al Señor Jesús que le amamos y que queremos ser uno con Él, más experimentaremos el poder aniquilador de los antibióticos espirituales.
Todos los elementos que necesitamos se encuentran disponibles en la vida de Cristo. En Su vida se hallan el elemento aniquilador así como el elemento que nutre. Puede ser que usted se desanime por causa de su manera de ser. Pero la vida de Cristo aniquilará el elemento negativo en su manera de ser y entonces, en lugar de desecharla, Él la elevará y la usará.