Versículos de la Biblia
Juan 1:14 Y el Verbo se hizo carne, y fijó tabernáculo entre nosotros (y contemplamos Su gloria, gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de realidad.
1 Corintios 15:45 &El postrer Adán, Espíritu vivificante.
Juan 20:22 Y habiendo dicho esto, sopló en ellos, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
Palabras del ministerio
Nunca debemos pasar por alto que el Verbo eterno dio dos pasos: hacerse carne y hacerse el Espíritu vivificante. Debemos tener presente estos dos pasos: El Verbo eterno primero llegó a ser carne y después, como el postrer Adán, llegó a ser el Espíritu vivificante. El primer paso fue la encarnación, y el segundo, la resurrección. La finalidad del primer paso fue la redención, y la del segundo fue impartir la vida. Después de hacerse carne y llegar a ser el Cordero de Dios para derramar Su sangre por nuestra redención, Él llegó a ser en resurrección el Espíritu vivificante con el fin de impartirse a Sí mismo en nosotros como vida.
Muy pocos creyentes han visto esto claramente. La mayoría sólo sabe que Cristo dio el paso de la encarnación para llevar a cabo la redención. Pero ellos no ven el segundo paso; es decir, que el postrer Adán en la carne, al resucitar, fue hecho el Espíritu vivificante para que, como tal, pudiera impartirse en nosotros y ser nuestra vida. El Evangelio de Juan revela claramente estos dos pasos. En el capítulo 1 el Verbo eterno llegó a ser carne a fin de ser el Cordero de Dios, y en el capítulo 20 esta Persona maravillosa dio otro paso: entró en la resurrección para llegar a ser el Espíritu vivificante. Así que, en la noche del mismo día de Su resurrección, Él vino y se impartió a Sí mismo como el Espíritu al soplar en los discípulos.