Versículos de la Biblia
1 Corintios 3:12-17 Y si sobre este fundamento alguno edifica oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego es revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego mismo la probará. Si permanece la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno es consumida, él sufrirá pérdida, pero él mismo será salvo, aunque así como pasado por fuego. ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios es santo, y eso es lo que sois vosotros.
Palabras del ministerio
Las piedras preciosas son la totalidad del oro y de la plata. Cuando experimentamos la naturaleza de Dios y la obra redentora de Cristo, somos transformados por el Espíritu. Si impartimos el oro y la plata en los santos, el resultado será las piedras preciosas, es decir, la obra transformadora del Espíritu. En otras palabras, el Espíritu Santo nos transforma metabólicamente mediante la naturaleza divina y con la cruz. De esta manera llegamos a ser piedras preciosas.
En el capítulo tres Pablo en efecto dice a los corintios: Hermanos, en lugar de edificar la iglesia de su localidad, la están destruyendo y derribando. Ustedes no están edificando con oro, plata ni piedras preciosas, sino con madera, heno y hojarasca. Están edificando con cosas griegas; con el hombre natural, la cultura, la filosofía, la sabiduría, los hábitos y las costumbres. Al hacer esto destruyen el templo de Dios, y Dios los destruirá a ustedes. Les insto a que dejen de edificar con la humanidad y la cultura griegas, que eviten todo lo que sea griego y que en el espíritu mezclado impartan el oro (la naturaleza divina del Padre), en los demás, y la plata (la experiencia de la cruz de Cristo). Esto producirá piedras preciosas, un cambio metabólico efectuado por la obra transformadora del Espíritu Santo . Esto es edificar con el Dios Triuno sobre Cristo como el único fundamento.
El hecho de que Pablo mencione sólo tres categorías de materiales valiosos, a saber, el oro, la plata y las piedras preciosas, es muy significativo, pues éstos corresponden a los tres del Dios Triuno. El oro alude a la naturaleza de Dios el Padre, la plata, a la obra redentora del Hijo, y las piedras preciosas, a la obra transformadora del Espíritu Santo. Esto se refiere a la experiencia que tenemos del Dios Triuno, quien llega a ser el suministro con el cual ministramos a los santos y los materiales con los cuales edificamos la iglesia.