Frase que inmortalizo a Echandía, hoy la vemos más vigente que nunca.
El apetito desenfrenado por el tener y el poder ha degenerado la sociedad que tenemos hoy, infla los egos y satisface a los demonios del orgullo y la soberbia.
Un crecimiento desenfrenado y vertiginoso del concreto lleva al traste con el deterioro y muerte de la clorofila y el oxígeno, conflictos ideológicos mezclados con luchas de poder territorial y económico de zonas en conflicto llenan de crudo las aguas y sangre las praderas.
Por el efímero y fugaz papel moneda se disuelven familias, sociedades y amistades.
El Rico Epulón anhela, ansía y codicia sin medida es como “un barril sin fondo” nada lo llena nada lo satisface todo lo compra secretarias, entes descentralizados, líderes sociales, asociaciones, fiscales, jueces con el fin de perpetuar su falso poder y mantener su imagen “inmácula errónea” frente a la sociedad.
“Un cambio en lo general requiere un cambio en lo particular” “estamos a tiempo, nuestra sociedad está llegando a la cresta lista para descender en el seol o ascender al olimpo” en nuestras manos está en salvarla o facilitar su hundimiento”.
Así pues el poder debe ser el instrumento encaminado al servicio, al crecimiento personal e integral de la sociedad bajo los principios de honestidad responsabilidad.