Relatos de Calderón/ Temblores de Semana Santa

Lo hacía a cualquier hora y durante toda la semana. El temor de las familias era terrible. Las bestias cada que ocurría se lanzaban a correr asustadas. Pero lo era peor durante la noche. Mucha gente salió a dormir en las cafetales, como lo hicimos nosotros. Mi abuelo Aniceto Calderón decía que era un castigo de Dios por haber elegido a Laureano Gómez como presidente.
En la semana siguiente se supo que era por las erupciones del Volcán de Puracé, cuya primera de ellas, la más violenta, mató a 17 estudiantes que estaban de excursión hacia ese volcán. Se salvaron tres que por andar bebiendo trago iban un kilómetros más abajo de los demás. Uno de ellos, de San Agustín, hermano del abogado Edgar Ancizar Muñoz y de Elvia, hijos de don Cruz Muñoz, señor prestante de San Agustín ya fallecido. Beber trago no siempre es malo.